20 de junio de 2011

Austria - Viena - Stephansdom

"Los pilares de la Tierra" (2)

Una vez visitado el interior de la catedral Stephansdom y para dar continuidad doy un pequeño salto en el tiempo cronológico de nuestras visitas, ya que al exterior le dedicamos tiempo de la tarde del día siguiente y vamos a continuar con ello. Por supuesto que volvimos a entrar por si la suerte nos quería acompañar, pero de nuevo la nave derecha y la central estaban cerradas a las visitas.

Hay que dedicar tiempo y vista para la cantidad de figuras y gárgolas en su parte superior, los elementos que mencionaré están más al alcance de los ojos, aunque no de todo habrá fotos, tanto porque no se las hicimos como porque ello significaría un "book" personal de la catedral.


Girando hacia el lado derecho de la catedral se encuentra un pequeño pórtico octogonal que precede a la puerta Singetor o puerta de los Cantores, que era de uso exclusivo de los varones. A la izquierda una copia de la tumba del trovador Neidhart Fuchs von Reuenthal, bajo un baldaquino, y a la derecha un Ecce Homo de 1435, a continuación del cual se encuentra el edificio de la Untere Sakristei, Sacristía Inferior. 


Bajo el reinado de Rodolfo IV, en 1363 se puso la primera piedra de la torre Steffl, la torre sur, que se terminó en 1433, con 136 m de altura. Tiene una base cuadrada que se torna octogonal hacia arriba y está coronada por una estilizada aguja de tres cuerpos y por el águila de los Habsburgos.


A la torre se puede subir, su entrada se encuentra en el exterior, al contrario que en la torre sur, Adleturn, y además en este caso no se hace en ascensor sino por 343 escalones, que dependiendo de la forma física pueden costar un poco, pero todo esfuerzo tiene su recompensa, y en este caso las vistas estaban aseguradas. Desde arriba se podían distinguir las tropas invasoras ante las murallas de la ciudad, y posteriormente fue utilizada por los bomberos de la capital.



En la plataforma para contemplar la ciudad hay mucha gente, hay que hacer cola para poder asomarse por las ventanas, cosa que hacemos con mucha paciencia, porque no sólo es mirar, es recrearse y hacer las fotos, pero en un momento dado la gente desapareció como por arte de magia y pudimos disfrutar con tranquilidad de las vistas.


Un mundo de tejados, donde echo en falta un panel en el que expliquen qué es qué, porque se puede llevar un mapa y orientarse, pero hay personas que hasta con él no sabrían orientarse (y con esto me señalo a mí misma).

Desde arriba la planta de la iglesia de la Magdalena y la capilla de San Virgilio se distinguen perfectamente. 

 
De repente mis ojos se topan con ella, y esto sí que es fácil para mí reconocer, la noria de El Prater, la noria de la película El tercer hombre, y que en esta ocasión nos conformaremos con ver así de lejana, no tenemos tiempo de ir a divertirnos al parque.


 Veámosla en el cine:



Aparte de por las vistas, otra razón para subir es poder contemplar los tejados catedralicios más de cerca, pero desde esta plataforma se ven parcialmente, no se puede sacar la cabeza por los barrotes, hay que retorcerse un poco o sacar la mano con la cámara para que ella capte más que el ojo humano, solo vemos mejor los de la parte derecha, ya que es donde está situada la torre, pero los de la izquierda de muy refilón, y a la Adleturn desistimos de subir por mi miedo. Hay unas escaleras que conducen más arriba en esta torre pero su paso está cortado, con lo que nos quedamos con la duda si desde más altura se verían más y mejor. 


Bajamos más rápido de lo que subimos, y es que los pulmones funcionan mejor, continuamos el recorrido exterior por la catedral. En el lado derecho del Apostelchor, coro de los Apóstoles, hay dos grandes relieves funerarios renacentistas, y en el muro posterior del Winterchor, Coro de Invierno, hay frescos góticos de finales del siglo XV (impresionante encontrarse con ellos), protegidos de las inclemencias del tiempo y supongo que de los turistas y no turistas, por unos paneles de cristal y por una pequeña valla. 



A continuación hay tres grandes medallones con relieves en la piedra, representando la Crucifixión, el Descendimiento y la Resurrección de Cristo; al lado de ellos otro Ecce Homo del siglo XV, al que se le conoce con el nombre de El Cristo del Dolor de Muelas por la expresión de su cara, y al que una vieja leyenda le atribuye el poder de provocar este dolor al que se burle de la imagen; y por detrás de la imagen y los medallones frescos. 


Otro Cristo con el mismo nombre se encuentra en el interior de la catedral. 

Más adelante, ya en el lado izquierdo de la catedral, se halla la Obere Sakristei, Sacristía Superior, del siglo XVII y en el muro izquierdo del Frauenchorf, Coro de las Mujeres, el Kapistrankanzel o púlpito de Capistrano, construido en 1430, que debe su nombre al santo franciscano que predicó la cruzada contra los turcos desde este lugar. Se le representa victorioso sobre el invasor.


Al lado del púlpito se encuentra la salida de las catacumbas y la torre Adleturn, las primeras ya visitadas y la segunda ya comentada. 

Más adelante se encuentra la Bischofstor, la puerta del Obispo. A su derecha se halla la piedra de San Columbano, Kolomansstein, en la que se cuenta que fue decapitado el santo hacia el año 1020. 

Desde este lado izquierdo, pero no demasiado cerca de la catedral se puede ver en su inmensidad el águila de los Habsburgo en el tejado. 


Con esto damos por finalizada nuestra visita de la catedral, que nos ha dejado una grata sensación por toda la cantidad de detalles, y eso que nos ha faltado fijarnos con calma y detenimiento en la mayoría de ellos. 

En esta foto se puede ver lo dañina que es la contaminación del aire y de la lluvia sobre la piedra de la catedral, y lo que tiene que costar una limpieza de la misma, así como lo necesaria que es.