14 de septiembre de 2011

Australia - Sydney - Hyde Park - Anzac War Memorial


Un país honra a sus soldados


St Mary's Cathedral queda frente a Hyde Park, el parque central de Sydney, que fue en su día un hipódromo y donde se jugó el primer partido de críquet en 1803, que fue bautizado como su homólogo en Londres por el gobernador Macquarie en 1810, y que no tiene nada que ver con el londinense. La primera gran diferencia es que está cortado por una calle, Park St, y además más que una gran extensión es principalmente una avenida arbolada con detalles en algunos puntos. 



La valla que lo rodeaba señalaba el fin de la ciudad y era el lugar de entretenimiento de lar tropas de guarnición.  En la actualidad es más pequeño de lo que era. 

Entramos al parque para encontrar primero la Archibald Fountain, una fuente que conmemora la alianza australiano-francesa durante la Primera Guerra Mundial.

Paseamos por su avenida central de norte a sur y al llegar casi al cruce de Park St, a la derecha se encuentra el Sandringham Garden, dedicado a los reyes George IV y George V, que fue inaugurado por la reina Isabel II en 1954. 


Cruzamos Park St y la nueva avenida arbolada, más pequeña que la anterior, conduce al Anzac War Memorial, un memorial art déco en memoria de los muertos en la Primera Guerra Mundial. 

Cuando llegamos está cerrado, y la verdad es que parecía que no era visitable, de lo bien cerrado, guardado y protegido que se veía, pero ya que lo visitamos al día siguiente, sigamos con la creo buena costumbre por aquello de ir barriendo las zonas de conocerle.

Ante una de las entradas, tiene cuatro aunque solo una habilitada, hay un estanque, desde el que seguramente se puedan realizar bonitas fotografías del reflejo del edificio, pero no es nuestro caso, bien por la hora bien por las prisas o por  el recorrido que realizamos no tenemos una de estas en el álbum físico, que no de la memoria.

El edificio tiene 30 m de altura, fue construido en 1934 por un joven arquitecto de 29 años, Bruce Dellit, siendo el trabajo escultórico obra de Raynor Hoff. Las esculturas exteriores representan acontecimientos de la guerra, soldados o grupos de soldados. Encima de las entradas hay bajorrelieves de bronce que representan las actividades y campañas de las Fuerzas de Infantería Australianas (Gallipoli al este).


Los nombres de las batallas se encuentran grabados en el interior que es circular a pesar de su forma externa. 


La cúpula está salpicada de estrellas, una por cada uno de los 120.000 soldados (hombre y mujeres) de Nueva Gales del Sur que sirvieron en la Primera Guerra Mundial, de los cuales murieron 21.000 y 50.000 fueron heridos, entre muchos tuvieron secuelas psicológicas. 

Cuando se construyó el Memorial se salía de la Gran Depresión, con lo que había falta de fondos y se aceptó que las estrellas fueran vendidas, 20 centavos cada una, aunque no todas se vendieron, pero fue una inyección extra de recursos monetarios. 


En el segundo piso arde la llama eterna en recuerdo de los caídos en la guerra.


Desde el segundo piso, Hall de la Memoria, apoyados en la balaustrada se contempla el primer piso, Hall del Silencio, donde destaca una impresionante escultura (flexible, dolorosa, entregada…increíblemente bella en este dolor) que representa el Sacrificio. Al tener que mirar desde arriba hacia abajo se logra que con la cabeza se esté realizando una reverencia.


Desde el piso inferior se accede a un pequeño museo de las contiendas del ejército australiano por el mundo y por la historia, por medio de fotografías, paneles explicativos y objetos. Entre estos últimos un curioso juego de cartas de actualidad reciente. 


Para terminar la visita de Hyde Park, en la esquina de Liverpoll St y College St se halla Emden Gun, que conmemora la acción naval en la que el buque de guerra Sydney destruyó al alemán Emden en las islas Cocos el 9 de noviembre de 1914 e hicieron prisioneros a 180 miembros de la tripulación. No hará falta decir que es un cañón del Endem. 

Desde Hyde Park salimos a Liverpool St para luego coger George St y subir andando hacia el hotel, viendo en el camino algún edificio interesante, pero como fueron vistos repartidos en varios días los concentraré más adelante todos juntos, para un mejor recorrido por esta zona. 

En nuestra cena de hoy seguimos con la cata de cervezas nacionales y de Tasmania.