12 de diciembre de 2011

Australia - Parque Nacional de Kakadu - Nourlangie Rock


Tormentas de rayos y truenos en el Tiempo de los Sueños

Por la mañana la chica que atiende la recepción es de Colombia, con lo que no tarda en descubrir nuestro inglés pobretón y podemos entendernos muy bien para dejar las maletas grandes en consigna, solo nos llevamos dos de mano para la excursión de dos días que tenemos por delante. 

Cuando estamos terminando el desayuno tan temprano llega nuestro conductor, Tim, a recogernos, y en este encuentro nos pareció agradable pero... y ahora las cosas las veo con distancia pero escribo sobre las sensaciones del momento. Después realizamos la recolección del turista  por los hoteles de Darwin hasta casi llenar el autobús e  irnos de aventura. 

Darwin se encuentra en el norte de Australia (mapa), en el llamado Territorio del Norte (no se complicaron demasiado con el nombre), donde las comunidades aborígenes han sobrevivido más intactas que en otros estados, principalmente debido a su número y a su determinación de conservar su identidad. 

Debido a su proximidad a Indonesia y las islas del Pacífico ha sido durante mucho tiempo la puerta de acceso de la inmigración. 

Los intentos de poblar el extremo norte obedecían principalmente al deseo británico de adelantarse a  franceses y holandeses, levantando tres fortificaciones entre 1824 y 1838, pero ninguna ha perdurado. Más tarde, el deseo de encontrar más tierras de pastoreo y rutas comerciales animó a los especuladores de Queensland y Australia Meridional a explorar este indómito norte. Los gobernadores de Australia Meridional se anexionaron el Territorio del Norte en 1863 y el autogobierno de esta región no llegó hasta 1978 y hasta el 2000 no se convirtió en el séptimo estado de Australia (historia de ayer mismo). 

Desde mediados de la década de 1860 hasta 1895, miles de ovejas, reses y caballos fueron conducidos por tierra a inmensos asentamientos ganaderos (volvemos a la película Australia y lo hacemos con la canción que suena con los títulos de crédito si no recuerdo mal).



A principios de la década de 1870, durante las excavaciones para el tendido del telégrafo entre Adelaida y Darwin, se descubrió oro,  llegando muchos buscadores chinos y asiáticos, y aunque los hallazgos de este mineral fueron insignificantes se descubrieron otros, como el uranio, creando una minería motor de la economía de la región (a un precio radioactivo claro). 

Estamos en el Extremo Norte del Territorio del Norte, conocido como el Top End, que con este nombre casi parece el fin del mundo. 

Nos vamos al Parque Nacional de Kakadu, un humedal de 20.700 km2, 153 km al sudoeste de Darwin, que es el parque nacional más grande de Australia. El nombre proviene de la lengua aborigen gagudju, que se hablaba a comienzos del siglo XX en la zona norte del parque pero que ya no se habla regularmente. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad y está administrado conjuntamente por Parks Australia y los propietarios tradicionales, los bininj en el norte y los mungguy en el sur. La entrada al parque cuesta 25AU$ y es válida para 14 días desde la fecha de entrada, por lo que no es cara si se aprovecha por toda la región, sobre todo en comparación con el precio de la entrada al Parque Nacional de Uluru - Kata Tjuta que sólo era para tres días por el mismo precio. 


El poblamiento de Kakadu se remonta a 20.000 años, encontrándose más de 5.000 yacimientos con galerías de arte rupestre aborigen, en su mayoría cerrados al público, bien por la dificultad para llegar a ellos bien por ser lugares de gran transcendencia espiritual para los aborígenes, ya que estas pinturas son los archivos de su cultura. 

Durante la estación lluviosa los arroyos que atraviesan la meseta rocosa se despeñan convertidos en atronadoras cataratas, corriendo después a través de las tierras bajas hasta anegar las vastas llanuras del norte de Kakadu, y la fuerza del agua es tanta que hay zonas a las que no se puede llegar; por ejemplo, zonas que en septiembre están completamente secas se cubren de más de 3 m de agua en diciembre. Al retirarse las aguas, algunos brazos muertos de los ríos y cursos fluviales se quedan aislados pero no llegan a secarse del todo, son las llamadas billabongs, pozas que se cubren de nenúfares. 

Kakadu alberga más de 290 especies de aves, casi un tercio de las de Australia, de las cuales el 10% son únicas en el parque, 25 clases de ranas, 51 especies de peces de agua dulce, 120 especies de reptiles, 68 especies de mamíferos y más de 10.000 variedades de insectos (estos son los que menos me gustaría conocer). Pero las estrellas para la mayor parte de los turistas son los cocodrilos, tanto los de agua dulce, con el hocico estrecho y más tímidos, y los más grandes y temibles cocodrilos de agua salada (saltwater), que pueden llegar a medir hasta 7 m, que no solo viven en los estuarios sino que también lo hacen en los pantanos y billabongs; como detalle algo estremecedor, entre 1940 y 1970 estuvieron cercanos a la extinción debido a su caza indiscriminada, con lo que tuvieron que ser protegidos a partir de 1971. En plantas también hay gran variedad, más de 1.700 especies. 

En esto de los cocodrilos, curiosa es la historia de la pata de cerdo que se pudre sobre aguas salobres,  si la pata permanece es que no hay cocodrilos alrededor…parece mismamente la película Cocodrilo Dundee.  

Una medida de precaución, según dicen, para los turistas y pobladores es que los cocodrilos más agresivos son trasladados a zonas despobladas o granjas del Territorio, hasta 250 animales todos los años son “evacuados” de los cursos de agua del Top End, incluido el puerto de Darwin (es que llegan a todas partes). Si se encuentran con alguno malo pero no rematadamente agresivo lo arponean para que aprenda que los humanos pueden ser más peligroso que ellos. ¿quién es el humano?

La población de cocodrilos está regulada: parte de los huevos, hasta cincuenta en un nido, se recogen y se incuban en granjas, donde a los tres años acaban convertidos en zapatos, bolsos y artículos de souvenirs varios. 

Salimos de Darwin con el amanecer, que es de un círculo rojo brillante precioso, pero desde el autobús es imposible hacer una foto decente para enseñar, así que este será un momento de la memoria y que en este blog no podré encontrar. 

Circulamos por una carretera recta en la que a ambos lados aparte de la vegetación, hay unas pequeñas montañas de tierra, muchas montañas de esta clase, son termiteros gigantes, que están orientados al norte para mantener baja la temperatura. Parece un cementerio muy particular en algunas zonas, pero desde el autobús nuevamente no sale ni una foto en la que se puedan distinguir con claridad. Para verlos de cerca y caminar entre cientos de ellos hay que ir al Litchfield National Park, pero en este viaje nosotros no tenemos tiempo, desafortunadamente, porque pasear entre estos “túmulos” debe ser una sensación diferente (y lo digo yo, la asustadiza ante los insectos). 



Hacemos una parada técnica en Bark Hut In, un restaurante-bar que parece un museo de los horrores, tanto en decoración como en animales que cuelgan de sus paredes: una barramundi gigante, una cabeza de jabalí…No es que sea bonito el lugar pero parece que es típico y una parada casi obligatoria en este viaje hacia Kakadu. 

El paisaje va cambiando, comienzan a aparecer ríos y humedales. 



Tras más de tres horas de viaje llegamos a nuestra primera visita, Nourlangie Rock, una formación de arenisca con franjas de colores naranja y negro, con abrigos rocosos en su base. 



En un paseo de aproximadamente 1 km se llega hasta los abrigos rocosos con pinturas en sus paredes.


En las primeras de estas pinturas se distinguen claramente un canguro y un emú. 



La siguiente pintura representa un ritual de danza, los movimientos de estas danzas dependen del significado de la ceremonia,  y seguramente se acompañaría por un didgeridoo y por otro instrumento de percusión, dos palos que se chocan. 


Se continúa por el abrigo y se llega a la representación de Nabulwinjbulwing, un poderoso espíritu que come mujeres después de golpearlas con un ñame (una especie de tubérculo). 


Se termina en la formidable y sorprendente Anbangbang Gallery, con representaciones del Tiempo de los Sueños, cuya explicación se encuentra en un panel pero no da muchas pistas sobre su significado, nos dejan ver las pinturas y nos cuentan algo de sus personajes pero no su historia completa, el Tiempo de los Sueños no está a nuestro alcance conocerlo y creo que tampoco estaríamos preparados para entenderlo. 


En esta pintura, en la parte superior a la derecha se encuentra Namarrgon, el hombre relámpago o el hombre rayo, que lleva la luz a su alrededor uniendo piernas, brazos y cabeza. Las hachas de piedra en sus rodillas y codos producen el trueno al friccionar. El lugar donde vive ahora se puede ver desde el mirador de Gunwarrde warrde (al que no tuvimos la fortuna de ir). Las espectaculares tormentas eléctricas que ocurren aquí cada año son un recuerdo de Namarrgon. 

A la izquierda del hombre relámpago se halla Ginga, el gran cocodrilo de agua salada. Namarndjolg y su hermana quebraron la ley del incesto sobre la roca que se encuentra encima de esta galería, y desde este momento él paso a ser Ginga. En la cultura aborigen el incesto no sólo se refiere a lazos sanguíneos, también se pueden referir a miembros de la comunidad con la misma responsabilidad (esto suena bastante extraño). 


En la parte inferior de este panel la figura superior de color blanco es Barrjing, la esposa de Namarrgon. Los dos son los padres de Aljurr o el saltamontes de Leichhardt, que surgió cuando se desató la primera tormenta (un nacimiento diferente). Los tres vinieron desde la costa norte buscando un lugar donde asentarse. Aljurr es el rayo actual y su nombre significa pequeño rayo, pero adopta la forma de un saltamontes de color azul y naranja. Cuando los aborígenes ven los saltamontes en los montes y bosques, que suelen entrar durante la temporada de tormentas en busca de Namarrgon, saben que es tiempo de buscar refugio (viene una buena tormenta). 

Las figuras de abajo son hombres y mujeres que se dirigen hacia una ceremonia; las dos mujeres que se ven a la izquierda tienen manchas en sus senos, que indican que están amamantando a los niños. 

Sobre el grupo se ven varias pinturas de Guluibirr, el pez Saratoga, que se pesca en los ríos de la zona. 


Estas historias, traducidas de los paneles que afortunadamente las explican, contadas por un aborigen tienen que alcanzar mayor significado a nuestros oídos y nuestra alma, sobre todo si él es creyente del Tiempo de los Sueños y sus ancestros, pero aquí tenemos al frío Tim que no muestra grandes sentimientos ni se esfuerza demasiado con los no parlantes en inglés, o a los paneles, de los que por lo menos extraemos más información, pero es igualmente fría. 

Vistas las pinturas nos vamos al autobús, aunque la zona tiene diferentes senderos para caminar, de diferentes distancias, y dos miradores, el ya mencionado de Gunwarrde warrde y el más cercano Nawurlandja, a sólo 600 m desde el abrigo de las pinturas, pero no tenemos tiempo ni para intentar recorrer esta pequeña distancia; el tour es totalmente estricto. 

Paramos a comer en un restaurante, pocos sitios hay en el parque donde comprar o comer, que es un detalle a tener en cuenta si se entra con transporte propio, donde comemos de buffet y nos relacionamos con varios de los pasajeros del autobús, muchos neozelandeses simpáticos y una suiza que viaja sola, un poquito chiflada ella pero también agradable. La comida totalmente occidental, nada diferente, extraño o curioso.