11 de noviembre de 2012

Corea del Sur - Damyang - Metasequoia Road (Camino de Metasequoias)



Alta que te quiero alta 

Continuamos en los alrededores de Damyang y volvemos a hacer una visita atípica, que también mantuve en la programación por la curiosidad y no cambié por ningún templo o acceso a algún parque natural o provincial, aunque ya se sabe que según un dicho la curiosidad mató al gato…Vamos al Camino de Metasequoias (Metasequoia Road; 1.000W).



Los árboles, más de 2.000, se plantaron a principios de 1970, y desde entonces los árboles han crecido para proporcionar, afortunadamente, sombra protectora bajo sus hojas y sus 20-30 m de altura en la época de calor asfixiante, como lo es ahora y hoy. 



En el 2002 el camino fue seleccionado como uno de los más bellos de Corea, y es un reclamo turístico aparte de ser un buen lugar para caminar o circular en bicicleta al tiempo que se está en un entorno natural. 


En este idílico paseo también hay un corto paso subterráneo, como un túnel bajo los campos, que se ha decorado con cuadros y fotografías de películas o series rodadas aquí…cinéfilos o serie-adictos son un rato, la hallyu (la ola coreana) tiene mucho tirón y en España deberíamos tomar nota para señalizar los lugares cinematográficos que algunos lo agradeceremos y en muchos casos será una sorpresa.

El paseo va junto a un canal de riego, y nos volvemos a encontrar con esos pabellones habilitados para el descanso o para realizar un picnic; nos siguen demostrando lo prácticos que son los coreanos.



Al lado de los campos de cultivo una sorprendente, colorida y bonita colección de jangseung, tótems protectores normalmente realizados en madera, aunque también se utiliza la piedra como veremos en la isla de Jeju-do. Se utilizaban tanto para marcar los límites de las aldeas como para ahuyentar a los demonios, con los que eran adorados como deidades protectores de las aldeas.  Y de fondo, las montañas como paisaje y eternas compañeras visuales. 


La metasequoia es un árbol caducifolio que en 1941 un funcionario chino descubrió cerca del río Mataochi, en la región china de Sichuan-Hubei, que recibe este nombre porque apareció después (“meta”) de las secuoyas de Estados Unidos, contabilizándose más de 40.000 árboles de esta  nueva especie. En 1956 el doctor Shin Hyeon-gyu plantó metasequoias de Estados Unidos en Corea del Sur, en calles y jardines, aunque también se descubrieron fósiles en Pohang, en la provincia de Gyeongsangbuk-do (Gyeongsang del Norte; mirar mapa), que demostraban que estos árboles habían habitado en el país. De este género de árboles se conocen otras tres especies fósiles, pero ésta es la única que ha sobrevivido. 


A principios de mayo del 2000, en las carreteras nacionales 29 y 24 se pintaron de blanco algunas metasequoias para ser cortadas ya que se querían ampliar estas carreteras. Un total de 178 árboles estaban destinados a tan fatídico destino, y ni el gobierno, ni la empresa constructora ni la autoridad local se hacían responsables de esta decisión (lavarse las manos como Pilatos, que se dice). Los habitantes de Damyang no estaban de acuerdo ni con la tala de estos árboles ni con las obras de construcción, y se lanzaron a una campaña para proteger las metasequoias, ya que podían ser un recurso natural para sus descendientes. Los periódicos y los medios de radiodifusión les apoyaron propagando la noticia en el país para que tanto los ciudadanos como las organizaciones sociales dieran su apoyo para mantener los árboles. 

Tras dos meses de lucha, se obtuvo la promesa de hacer un cambio en el diseño de la autopista para evitar que tantas metasequoias fueran taladas: se disminuyó el número de 178 a 64 (menos es nada que se dice, y además el progreso suele ser inexorable, aunque habría que matizar lo de progreso).

La calle se ha convertido en lugar de cultura, ocio y turismo en Damyang, con la celebración de conciertos, exposiciones culturales, concursos fotográficos, competiciones pedestres, de maratón y en bicicleta. 


De vuelta del paseo nos fijamos en una caseta con un artilugio que nos llama la atención y que probaremos en otra ciudad del viaje, Busan: mangueras de aire comprimido para limpiarse la arena de los pies y las zapatillas. Yo es la primera vez que las veo y por eso mi asombro personal, a lo mejor son más comunes de lo que me creo.


El paseo es agradable y además es de valorar el esfuerzo de los ciudadanos por mantener este espacio verde, que estaría mejor si la carretera no circulara en el exterior, y eso que realmente una vez dentro del paseo no se nota el tráfico, pero no es la mejor compañía para este pulmón verde. 


El día, con el jardín a la coreana de Namwon, el jardín de bambú y este paseo de metasequoias ha resultado de un verde y natural en exceso, y eso que nos gustan los lugares de este tipo, pero para un tour me parecen dos visitas, la de bambú y la de las metasequoias, que no deberían concentrarse en el mismo día, por aquello de la variedad. Cuando me pasaron la programación lo estudié y me parecieron curiosos lugares, y sobre todo diferentes a los templos, palacios, calles comerciales, playas…por eso las mantuve, pero a “tour pasado” hubiera permutado el orden de visita, las habría colocado en días diferentes para tener variedad, aunque es cierto que las dos están de camino a la ciudad en la que pasaremos la noche y resulta práctico hacerlas en este orden. Hoy hemos ejercido de turistas asiáticos.