15 de noviembre de 2013

Chile - Santiago - Providencia - Iglesia de la Divina Providencia - Parque Balmaceda - Plaza Baquedano - Edificio Telefónica Chilena



Al paso, al trote y al galope

Al salir del interesante y bien planteado parque de Esculturas cruzamos el río Mapocho por el puente de La Concepción







Por la calle de La Concepción volvemos a la avenida Providencia, por la que caminamos hasta llegar a la iglesia de la Divina Providencia, que está en un profundo proceso de rehabilitación, supongo que debido al devastador incendio que sufrió en enero de 2011 que la destruyó casi en su totalidad. 


La Orden de la Divina Providencia, de la que el barrio y la avenida por la que caminamos reciben su nombre, fue fundada en Montreal (Canadá) en 1843 y sus monjas llegaron a Chile en 1853. 


No cruzamos para intentar visitar su interior y posiblemente nos equivocamos porque aunque todo pueda ser de nueva reconstrucción podría haber resultado interesante, pero tuvimos dudas de si estaría abierta a los fieles y al público en general. 





En este punto decidimos que seguiremos caminando por la avenida Providencia, los que nos conocen, bien en persona, bien a través de estas letras, saben que nos gusta caminar, que es el modo de conocer las ciudades, aunque en esta ocasión cometimos un error de distancias, horario y fuerzas. Es una zona animada, con mucha vida comercial. 




En la avenida llegamos hasta una pequeña plazoleta con una escultura y una sala de fiestas con el mismo nombre que una que fue muy famosa en los años cincuenta y como discoteca en los setenta-ochenta en Madrid, Passapoga, aunque en Madrid se escribía con una sola “ese”. 



En el cruce de la avenida Providencia con la avenida Nueva Providencia (antes llamada 11 de septiembre por el golpe de Estado de Pinochet) la primera se convierte en una amplia avenida, y más delante de nuevo un parque, el parque Balmaceda, que fue construido en 1927 tras la canalización del río Mapocho. Lo malo es que pasamos muy rápido por el lugar y no hay casi fotos, el fotógrafo había puesto la quinta marcha para llegar a una visita con hora concertada. 


En el parque se encuentra la fuente Bicentenario, que por la noche se ilumina (o por lo menos eso dicen), que creo que no estaba en funcionamiento, por lo menos no la recuerdo,  y una escultura del escultor chileno Tótila Albert, Homenaje a Rodó, un escritor y político uruguayo. 




También hay un monumento a la Aviación, pero no había ángulo (ni tiempo) suficiente para captarlo bien, aunque se puede intuir que es una pareja de alas muy estilizadas. Detrás del monumento se ve el Cerro San Cristóbal

Llegar caminando hasta aquí era por intentar pasear por el parque pero no teníamos tiempo material, se nos estaba echando literalmente encima; el fotógrafo miraba más el reloj que lugares o ángulos fotografiables o visibles, y yo iba echando el bofe. Desde el parque se ve otro de nuestros destinos a visitar en la ciudad, el cerro San Cristóbal.




Corremos, ya no caminamos, por la avenida Providencia, por la que continúa paralelo el parque Balmaceda, y es agradable ver estos pulmones verdes en una avenida que en horas punta es un caos de tráfico. Podíamos haber tomado el metro, de hecho mucho antes, pero en el punto que nos encontrábamos era solo una estación, con lo que seguimos andando hasta la plaza Baquedano, que a casi todas las horas del día presenta un infierno de tráfico y atasco. 



En la plaza hay un obelisco, detrás del cual se encuentra una estatua, ambos dedicados a José Manuel Balmaceda, presidente que terminó con la guerra civil en 1891. Por nuestra posición en este momento no podemos ver la estatua. 




A nuestra izquierda el edificio de Telefónica Chilena, que desde 1996 a 1999 fue el edificio más alto de Santiago, con 34 pisos y 143 m de altura. Con este edificio hemos visto los tres más altos de la ciudad, los otros dos son Gran Torre Santiago, Torre Tittanium La Portada, aparte de la emblemática Torre Entel




Desde la plaza Baquedano cruzamos el río Mapocho por el puente Pío Nono, con vistas sobre unos Andes ahora más blancos, más visibles (con aparentemente menos contaminación) y más resplandecientes. 





Por la calle Pío Nono pasamos junto al edificio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y por la calle Bellavista por el de la Universidad Andrés Bello, de carácter público. 



Estamos otro de los barrios de artistas con carácter bohemio, no el de Lastarria, se trata del barrio de Bellavista, donde se concentra la fiesta nocturna y multitud de restaurantes, al que conoceremos más adelante un poco mejor. Desde la calle Bellavista giramos por la calle Constitución y cada vez nuestro paso es más acelerado y mi lengua va más fuera. 


 El amplio recorrido en varios mapas para ver mejor el nombre de las calles: