24 de noviembre de 2013

Chile - Santiago - Barrios Bellavista y Patronato



Arte urbano

Tras la comida en el restaurante Azul Profundo, situado en el Barrio Bellavista, es hora de tomar decisiones, hay muchos destinos pendientes, muchos lugares del centro por los que no hemos pasado, pero finalmente termino optando por uno de los menos convencionales, yo y mis cosas. Continuamos por la calle Bellavista donde encontramos la fachada del teatro Alcalá, cuya fachada no es especial ni llamativa con particularidad, pero daba el feeling de ofrecer divertidas obras a tenor de los carteles sobre su fachada. 


Giramos por la calle Purísima, seguimos en el barrio Bellavista, que en esta zona no está muy cuidado en muchos aspectos, pero si tiene algo que nos cautiva, sus fachadas pintadas, y si bien las pintadas no nos gustan, estas por regla general no son pintadas sin ton ni son, que también las hay, de las de ensuciar porque sí, sino más bien se pueden ver graffitis artísticos, reivindicativos, llamativos… es una fachada tras otra. 

La puerta de entrada a un taller de automóviles, ¡genial!, aunque los artistas espontáneos no son bienvenidos. 



Otro es una explosión de color, un mundo vegetal que nos gusta sin entender su significado. 


La presencia coreana comienza a hacerse muy patente, y nos hace mucha gracia, ya que el año pasado estuvimos conociendo Corea del Sur, y aunque los chinos suelen ser los que más se notan en todas las ciudades, los coreanos se sienten muy presentes en este barrio y en el siguiente, el barrio Patronato.


Las fachadas siguen su particular decoración, dando pequeños toques de color y alegría. 


Al lado de la casa anterior una ferretería de las que en Madrid llamaríamos “de toda la vida”, que parece una cacharrería. 


Algunos de los graffitis tienen un aire a cómic, y es que ambos mundos artísticos tienen mucho en relación. 



Nos volvemos a encontrar con uno de esos patios interiores, los de las casas cité, como el que vimos en la calle Constitución


La calle Purísima es cortada por la calle Antonia López de Bello, donde nuevamente las fachadas decoradas o coloreadas llamativamente llaman nuestra atención y la de la cámara. 


Giramos por Antonia López de Bello, y esta vez no es una fachada o un grafiti o una pintada, es el anuncio de un producto, el choripan, es decir, un bocadillo de chorizo parrillero, y si ese puesto hubiera estado abierto el aroma en la calle hubiera resultado tentador. 


Seguimos por esta calle y de nuevo nos asombran los gratfiti, esta zona nos va ganando poco a poco a pesar de que se alternan edificios descuidados, en mal estado de conservación o casi en ruinas, posiblemente muchos de ellos por el terremoto que sufrió la ciudad en el 2010, y otros con el paso del tiempo, con estas, para nuestros ojos, bonitas y alegres pinturas, que le dan un aire muy especial al barrio. 


En el cruce de las calles Antonia López de Bello y Bombero Núñez una tienda con una fachada llamativa sobre sus productos, se trata de Sombreros Gonzalo Delpiano, y si llego a entrar, que esta tienda sí tenía las puertas abiertas, seguro que salgo con uno bien bonito, lo difícil hubiera sido cargar el resto del viaje con él… o con ellos. 



Algo más delante de nuevo Corea nos sale al paso, en esta ocasión con un restaurante chino-coreano y con una decoración a base de cromos pegados en la pared exterior muy divertidos y muy de su estilo o del estilo manga japonés. 


Giramos por la calle Loreto y al cabo de dos manzanas cambiamos de barrio, entramos en un barrio con mucha vida urbana y comercial, el barrio Patronato, ambos barrios marcados con postes para localizarlos pero unidos en el modo de vida que vemos en esta zona casi conjunta de ambos. La calle Loreto es como la calle que los separa. 

El barrio Patronato es conocido como Chinatown, ya que en él se encuentran tiendas y viviendas de inmigrantes de Corea, China y Oriente Próximo, de ahí la existencia de tantos restaurantes chinos y coreanos que hemos visto. Durante el periodo colonial esta zona era de viviendas pobres y para pobres, y hoy sigue habitado por gente de la clase trabajadora, nada que ver con el barrio de Las Condes o el de Providencia, sobre todo en su cercanía con el primero. Los barrios Patronato y Bellavista formaban parte de la zona conocida como La Chimba, al otro lado del río; siendo el primero más turístico, sobre todo en su zona este, y el segundo más comercial para la vida cotidiana.

A finales del siglo XIX se asentaron en el barrio inmigrantes árabes de Siria, Líbano y sobre todo de Palestina, que crearon una zona textil y comercial en la ciudad, con prendas y tejidos de importación. 

Continuamos por la calle Loreto, donde seguimos viendo que los locales no escatiman en sus decoraciones divertidas en el exterior. 


Casi en la esquina de la calle Loreto con la calle Santa Filomena un local se anuncia de forma muy graciosa, no sé si tiene un significado que desconocemos o sencillamente es lo que es pero el corcho abstemio me parece un nombre muy divertido e irónico.  


Para no llevar a confusiones, las fotografías publicadas son una muestra de lo bonito o divertido que ofrece el barrio, que también ofrece sus casas abandonadas y en mal estado, pintadas que ensucian y no aportan nada, y en arquitectura, de todo un poco, pero por lo general nada especialmente llamativo, aunque siempre hay edificios que destacan. 

El recorrido de este trayecto: