Nunc
est bibendum (Ahora
es el tiempo de beber)
Una de las visitas
que hemos realizado durante nuestra estancia en Londres ha sido a la Michelin House (81 Fulham Road), edificio
encargado en 1909 por la compañía de neumáticos Michelin como sede británica,
siendo inaugurado el 20 de enero de 1911. En 1969 la sociedad English Heritage
(Patrimonio Inglés) lo incluyó entre los edificios a proteger, con el grado II.
El edificio fue
diseñado, en un estilo definido como ejemplo de art nouveau o prot art deco (ya
que fue construido veinte años de la explosión de esta corriente
arquitectónica), por uno de los empleados de la compañía, François Espinasse. Está decorado con azulejos que muestran al famoso muñeco de Michelin, de nombre
Bibendum, así como con grandes vidrieras, que le aportan gran luminosidad. En
la fachada destacan varios elementos: dos cúpulas de vidrio, que parecen pilas
de neumáticos, neumáticos decorativos, elementos geométricos y florales.
El edificio fue
construido con hormigón armado que ofrece grandes beneficios para la
construcción de grandes espacios abiertos y que era el ideal para el
almacenamiento de neumáticos, además de tener propiedades de resistencia al
fuego, característica altamente importante dado el material que se guardaba.
Solo se tardó cinco meses en construirle.
Un año después de su
inauguración se realizó una ampliación con un segundo piso, y diez años después
se realizó otra, alcanzando las tres plantas. En 1930 la empresa trasladó su
sede a la fábrica que construyó en 1927 en Stoke on Trent, y más de las dos
terceras partes del edificio quedaron vacías, utilizando solamente el sótano y
la planta baja, siendo utilizados los pisos superiores entre 1933 y 1940 como
almacén de muebles, taller y oficinas del Ministerio del Aire.
Tanto en la fachada
como en los laterales destacan las vidrieras con Bibendum como protagonista; en
uno de los laterales montando en bicicleta y en el frontal con una copa llena
de tuercas y tornillos.
También hay mosaicos
en alusión a carreras famosas en Francia, ya sean en bicicleta o en automóvil,
eso sí, con el uso de neumáticos Michelin por supuesto.
En 1940 ante el
riesgo de atentado durante la Segunda Guerra Mundial Michelin retiró los tres
vitrales, se embalaron en cajas de madera y se guardaron en la fábrica de Stoke
on Trent. Tras la guerra, Michelin volvió a su sede en Londres pero con
personal reducido, por lo que gran parte del edificio permaneció vacío.
En 1950 se alquiló
parte del edificio, y en 1960 se acometió un programa de modernización,
concentrado principalmente en el interior del edificio, aunque se consideró la
posibilidad de actualizar el exterior (hubiera sido una blasfemia). Tras su
inclusión en la lista de Patrimonio a la empresa Michelin se le concedió la
posibilidad de demoler parte del edificio, respetando el original, y construir
un bloque de diez pisos, pero finalmente, se decidió construir una nueva
fábrica en América del Norte.
En 1985 en el mercado
inmobiliario había gran expectativa ante la posibilidad que Michelin vendiera
el edificio, ya que no satisfacía las necesidades de la empresa, ahora se
encontraba en un barrio caro y de moda de la capital (Knightsbridge), con lo que no se ajustaba
a las necesidades de una oficina. Se hicieron varias ofertas para la compra de
Michelin House, Sir Terence Conran (restaurador y decorador, al que conocimos en New York, en una tienda junto al puente y mercado de Queensboro)
y Paul Hamlyn (propietario de un grupo editorial), pujaron por el edificio sin
saber que lo hacía el contrario, y eso que eran amigos; cuando se enteraron
formaron una sociedad para adquirir el edificio, y en agosto de 1985 lo adquirieron
por 8 millones de libras. Se creó un proyecto que incluía una tienda (de Sir
Terence Conran, que ahora se encuentra en el medio del edificio, que está como
partido por el lado de Sloane Avenue, con una parte más moderna y acristalada
entre las dos de ladrillo), un restaurante, un bar y un amplio espacio de
oficinas.
Tras la renovación,
ampliación y conseguir réplicas de las ventanas (curioso y raro que se salvaran
de la destrucción durante la Segunda Guerra Mundial y que posteriormente desaparecieran -¿con conocimiento de la empresa?-) y las cúpulas que habían
desaparecido, en 1987 se abrió al público Michelin House, con una tienda Conran,
un Oyster Bar y el restaurante Bibendum, aparte de mantener espacio para
oficinas en alquiler.
En el interior hay
más azulejos, la entrada principal se utilizaba para el recambio de neumáticos
por lo que el suelo es algo inclinado y así poder rodarlos más fácilmente u
otros menesteres mecánicos e incluso para proporcionar mapas para planificar un
viaje.
Al entrar, creo que
como una sección más del Oyster Bar, hay una especie de terraza con mesas, y
además mostradores donde a un horario más comercial se puede comprar comida
(principalmente marisco) para llevar, sobre todo para la celebración de Fin de Año dentro de
dos días.
El interior también
está decorado con mosaicos de carreras.
Luego se entra en una
zona más recogida de la intemperie, decorada también con azulejos y mosaicos.
Creo que es en esta zona donde hay un gran mosaico de Bidendum en el suelo.
Y desde aquí se
accede al Oyster Bar propiamente dicho, un lugar más íntimo y coqueto, al que
también se puede entrar desde una puerta exterior en el lateral izquierdo del
edificio, por Sloane Avenue.
Esta entrada lateral
da acceso tanto al Oyster Bar como a las escaleras y ascensor que conducen al restaurante Bibendum, en una zona tipo
hall con una barra de madera y varios taburetes, todo de ambiente muy retro.
Tanto en este
vestíbulo como en las paredes de las escaleras se puede ver una divertida
colección de posters de Bibendum, el Hombre Michelín, cuya historia nace en
1894, cuando la empresa de neumáticos estuvo presente en la Exposición
Universal de Lyon, donde colocaron una pila de neumáticos en la entrada del
stand, y tras observarlo, Èdouard Michelin le dijo a su hermano André: “¡Mira,
con brazos sería un hombre!”.
Cuatro años más
tarde, André conoció al diseñador francés Mirus Rossillon, conocido como
O’Galop, que le mostró un trabajo que había realizado para una cervecería de
Múnich y que ésta había rechazado; se trataba de un cartel que mostraba un
hombre sosteniendo un gran vaso de cerveza bajo la frase “Nunc est Bibendum”. André sugirió a O’Galop que sustituyera en el
cartel al hombre por un muñeco hecho de neumáticos.
En abril de 1898 se
lanzó un bosquejo del hombre neumático sosteniendo en una mano un puro y en otra un vaso lleno de cristales
rotos y clavos; junto a él hay otras figuras que se desinflan (una gran metáfora). En la parte
superior del cartel la frase de Nunc est
bibendum, y en la inferior, “A votre
santé” (A vuestra salud) y “Le pneu
Michelin boit l’obtacle!” (Los neumáticos Michelin se tragan los obstáculos).
Este cartel en diferentes versiones ha sido la utilizada como publicidad de
Michelin.
En los inicios
Bibendum era representado con gafas y un puro en la boca o en la mano, y comenzó a estar
presente en todo tipo de acontecimientos deportivos en Francia y fuera de sus
fronteras, llegando a verse incluso en forma de chocolate para los niños. A
partir de 1930 la compañía frena el crecimiento popular y publicitario de
Bibendum y limita su uso a los mapas y guías de viaje. En la década de 1960
Bibendum deja de fumar e incluso pierde peso (hasta a los muñecos y dibujos llega la vida sana). En el año 2000 Bibendum fue
nombrado el mejor logo del siglo por un jurado internacional, y es que ¿quién no
conoce a Michelin?
Aunque no siempre
Bibendum salía en los carteles publicitarios de Michelin, lo importante era mostrar la dureza de los neumáticos.