24 de enero de 2014

Madrid - Fitur 2014

Viajando rápido

Este año ha sido mi primera experiencia como blogger visitando Fitur, la Feria de Turismo que se celebra en Madrid, aunque solo he asistido a uno de los días de reunión bloquera, con la oportunidad de conocer a otros bloggers y sus mundos viajeros. La organización desarrolla varias actividades y visitas por algunos de los pabellones, y por una cuestión de agenda sólo pude asistir a parte de las celebradas ayer, y no desde el principio. 

Vayamos a pasear por la feria, que otros años lo he hecho más a título personal, buscando información, e incluso de curiosa o nariz fisgona. 

El primer pabellón que visito es el de América, donde siendo el segundo día de la fería no hay grandes aglomeraciones y donde hay más espacio libre para circular que en otras ferias a las que he asistido. 


Antes de unirme al resto de bloggers me doy un pequeño paseo por el pabellón, descubriendo los países que han asistido. 

En Cuba no falta el caballero que elabora puros ante nuestros ojos. 


Colombia siempre es uno de los stands más activos y con mayor publicidad; no recuerdo otros años pero en este unas grandes pantallas nos descubrían sus paraísos naturales. 


Costa Rica es un stand lleno de verde, su naturaleza es su gran patrimonio y patrocinador turístico; y frente a su stand el de Panamá, donde encontramos dos señoritas vestidas con trajes típicos. 


Y sinceramente no tengo ni idea de qué va vestido (lo más lógico es preguntar para informarse), pero la máscara es terrorífica. 


Una de las visitas concertadas es al pabellón de Perú, un destino que algún año llegará para nosotros, y hacia allá voy, donde ya ha empezado la presentación y me uno tarde al grupo. 


Tras la presentación nos ofrecen un aperitivo: un pisco sour, menos alcohólico que los que probé durante nuestro viaje por Chile, y un pequeño pincho a elegir entre ceviche o pulpo al olivo, decantándome por el segundo. 


De Perú a Canadá, es el siguiente stand programado, que resulta que no es excesivamente grande, más bien ofrecían viajes de idiomas (esa muy percepción), donde tras la presentación nos ofrecen una copa de sidra helada o sidra de hielo, de la que desconocía su existencia, con lo que había que probarla, y resulta que está buena, aunque quizás algo temprano para tanta copita. La sidra de hielo es una bebida obtenida por fermentación alcohólica del zumo de manzana, que debe tener una concentración de azúcar antes de la fermentación, producida únicamente por frío natural, por lo que en la zona este del país se da el clima adecuado.



En el pabellón un policía montado para tener la foto.


Tras esta visita algo de tiempo libre para curiosear la feria, tiempo en el que paseo por España, que no todo es viajar fuera de nuestras fronteras, donde hay menos afluencia de visitantes. España tiene stands en varios pabellones, y de nuevo tengo la sensación de menor espacio ocupado.




En otros años no me he fijado por lo que no sé si es repetición o novedad, pero el stand de Mallorca simula la puerta de embarque de un avión. 


Salgo de España pasando por Galicia, donde no faltan las conchas de vieiras como decoración. 


Y por el casi desierto stand de Madrid. 


Para cambiar de país y de continente, paso por el stand de la renovada Iberia. 


Llego a Asia, pasando primero por China con sus farolillos y su oso panda.


Y finalmente a nuestro añorado y querido Japón, que tan buenas enseñanzas y cultura nos aportó. 


Hay una breve presentación del país y luego tiempo para  fotografiarse con señoritas ataviadas con el típico kimono, y donde otros participantes de otros países también acuden a tener su fotografía de recuerdo, en este caso de la riviera Nayarit de México. La foto de la foto, intercambio cultural. 


En este stand consigo mi nombre en japonés, elaborado con destreza por una señora muy agradable, donde de nuevo me topo con el lenguaje y sus leyendas reales: el japonés no tiene "l" pero la "r" la pronuncian como "r", así que cuando la rectifico al escribir mi nombre, las dos sonreímos. 



Aquí termina mi paso por Fitur, el resto de bloqueros seguían con las actividades, un tour de shopping y comida, al que no me apunté. La experiencia ha sido diferente, primero por acudir sola (aunque luego lo hacías en compañía), segundo por ser responsable de las fotografías (siento su calidad, pero yo no soy normalmente la autora de las fotografías publicadas en el blog, solo ocasionalmente por no tener otra disponible para contar visualmente lo que escribo), y tercero, porque no he salido cargada de folletos, a los que luego hay que hacer una criba por cuestión de utilidad y espacio.

¿Una valoración?, la que he ido diciendo a cada momento, menos espacio utilizado en los pabellones, aunque no puedo decir que países han faltado y que países nuevos han acudido, y menos afluencia de personas (no solo por no estar abierta al público en general, creo que algo se mueve en sentido negativo en el turismo).

Siempre me ha gustado la feria por su colorido, hay stands más vistosos o afortunados que otros (cuestión de gustos personales también por supuesto), por la posibilidad de viajar un poquito y curiosear posibles opciones, que incluso a lo mejor no nos las habíamos planteado (aunque para mí todo el mundo es un futurible). Así que posiblemente, ¡hasta el año que viene!.