8 de abril de 2014

Chile - Punta Arenas - Santuario María Auxiliadora - Palacio Sara Braun - Plaza Muñoz Gamero - Palacio de la Gobernación - Catedral/Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús



El centro de la ciudad del viento

Después de haber visitado el Cementerio Municipal Sara Braun y haber visto el Monumento al Ovejero, ambos en la avenida Manuel Bulnes, Obdulio nos lleva hasta el Museo Regional Salesiano Maggiorino Borgatello, situado también en esta avenida, y aunque no somos de museos en nuestras primeras visitas por una ciudad, nos gusta conocerlas más a pie de calle, creemos que puede resultar interesante ya que además está considerado como uno de los más importantes de la Patagonia. 


El museo fue fundado por los salesianos en 1893 bajo la dirección del sacerdote José Fagnano, y con él se quiere poner el énfasis en el papel como mediadores  de los sacerdotes en los enfrentamientos entre colonos e indígenas (según su propia versión, porque la historia a pesar de ser una sola, siempre tiene más versiones, y amigo Sancho, con la Iglesia hemos topado) . Pero hoy es lunes, y como en muchas ciudades del mundo, los museos cierran. 


Al lado del museo se encuentra el Santuario María Auxiliadora, edificio construido entre 1911 y 1919, y al igual que el contiguo museo, por mandato de Monseñor José Fagnano, en agradecimiento a María Auxiliadora por su intercesión en la misión con los indígenas en la isla Dawson




Sobre la puerta de entrada al santuario un curioso cartel (digno de estudio sociológico)… por lo menos ese día nos salvamos de las llamas del infierno. 




El interior nos sorprende, sobre todo teniendo su sencillo exterior, se encuentra más decorado de lo que nos esperábamos. Un detalle que no hemos visto o conocido en otras iglesias del mundo, y puede que esto sea desconocimiento propio y/o dejadez en el uso de ellas para este menester, es que a la entrada de la iglesia hay dos salas a modo de salas de difuntos (se accede desde el interior, como si fueran capillas). 




A la izquierda hay una capilla con forma de gruta, creo que es una réplica de la Gruta de la Virgen de Lourdes. 




En uno de los altares de la nave izquierda, la imagen de San Juan Bosco o Don Bosco, el fundador de los salesianos, con dos niños, uno blanco y otro indígena, el acercamiento de razas a través de la fe. 




En 1987, el papa Juan Pablo II coronó a la Virgen María Auxiliadora como Patrona de la Diócesis y como símbolo de paz y concordia. 




Salimos del santuario y  a la avenida Manuel Bulnes, donde nos encontramos el cartel de bienvenida a la ciudad, con alusión a sus recursos naturales o históricos. 




Nos dirigimos hacia el centro de la ciudad y le pedimos a Obdulio que por favor nos acerque a la oficina de LAN para intentar confirmar los pasajes del avión de mañana, ya que por mucho que los tengamos confirmados telefónicamente no tenemos registro de nada y no hemos podido emitir los billetes, más que nada para saber si teníamos vuelo o no, porque el horario de salida no es muy agradable, 6.15 h de la mañana, y si no tenemos vuelo confirmado o lo que es peor, estamos fuera de él, mejor confirmar hoy para otra salida y evitarnos el tremendo madrugón. Nos confirman que si fueron confirmados que todo estará bien (¿¿¿???) pero que no pueden ser emitidos (¿¿¿???)… en fin, que volvemos a estar en la duda aérea. También hacemos el intento, aunque ya sabíamos que sería un no rotundo, emitir  los billetes del vuelo de regreso a Madrid, pero esto solo se puede hacer en el mostrador de LAN el día del vuelo… eso nos dicen, así que salimos igual que entramos de la oficina pero al menos lo intentamos. 


A la salida de la oficina de LAN dan ganas de darse una merienda atracón. 





Mientras intentábamos aclarar nuestro futuro aéreo, Obdulio entró en el Hotel José Nogueira para que, como turistas ávidos de ver y conocer nos dejaran entrar a curiosear. Anteriormente el edificio albergaba las oficinas de la familia Nogueira-Braun y el Palacio Sara Braun. Por supuesto solo vemos la recepción, decorada en un ambiente clásico, estilo finales del siglo XIX y principios del XX, y el bonito restaurante alojado en  una especie de invernadero en cristal y hierro, muy coqueto). En este momento no lo sé, pero luego me alegré de no haber elegido este hotel para pasar la noche, ya que con total seguridad este coqueto comedor nos hubiera atrapado por la noche y no hubiéramos salido a pasear y encontrar un clásico de la ciudad para cenar.




El palacio fue un encargo de Sara Braun al arquitecto francés Numa Mayer en 1900. Sara era la viuda de José Nogueira, de origen portugués, considerado el padre de la navegación mercantil en Magallanes. En compañía de su esposa y su cuñado, Mauricio Braun, crearon las bases de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego. José llegó a Punta Arenas con 21 años, apenas sabía firmar y se empleó en la caza de lobos marinos. Posteriormente, el gobierno le entregó 1.000.000 ha de terrenos en Tierra del Fuego. Murió a los 47 años en 1893, en Arequipa, por tuberculosis, encargándose su mujer, Sara Braun, de los negocios. 




A la muerte de Sara Braun, en 1955, el palacio pasó a manos de sus sobrinos, que vendieron gran parte del mobiliario, siendo adquirido al año siguiente por el Club de la Unión y en 1992 se reconvirtió parte del edificio en hotel. 




No elegimos este hotel pensando en qué podríamos visitar el Club de la Unión, pero cometí el fallo de no comprobar el horario, y por supuesto, ¡lunes, cerrado!, y porque supuestamente desde el hotel Cabo de Hornos tendríamos mejores vistas. Sea como fuera, hemos visto el exterior y parte del interior, supongo que, Obdulio al darse cuenta en el Museo Salesiano que estaría casi todo cerrado al público por ser lunes, en su buen hacer intentó darnos a conocer un poco más de esta importante familia en la región magallánica. 


La entrada principal al palacio Sara Braun y al Club de la Unión da a la plaza Muñoz Gamero (mira mapa de situación), donde aparte del palacio y del hotel donde nos alojamos, también se encuentra el palacio de la Gobernación, construido en 1898 en estilo neoclásico, que fue el primer edificio fiscal realizado con ladrillos regionales (curioso este dato del ladrillo autóctono). 




Junto al palacio de la Gobernación se alza la Catedral, la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, la antigua iglesia de los salesianos en la ciudad. La primera iglesia fue construida en madera pero fue destruida por un incendio a los cuatro meses de su terminación; nueve años después fue inaugurado el edificio que vemos. 






Al lado de la iglesia, en una pequeña parcela ajardinada, hay una columna con la imagen de la Virgen María Auxiliadora. 





El interior de la catedral nos parece más sencillo en su ornamentación que el Santuario María Auxiliadora, destacando el color carmesí de la bóveda y la figura de Cristo en la cúpula del ábside. 




En una pequeña capilla se encuentra la tumba de Monseñor Fagnano.




Salimos de la catedral, y en la siguiente esquina, calles Nogueira y Fagnano, esto dos nombres ya nos suenan mucho, hay un edifico que alberga actualmente oficinas de Movistar, antigua Telefónica España, que muestra el esplendor económico y arquitectónico que tuvo la ciudad. 



El centro de la plaza Muñoz Gamero está presidido por la estatua de Hernando de Magallanes, realizada en bronce, que fue donada en 1920 por José Menéndez (estaba en todas las fiestas) en la conmemoración del cuarto centenario de la expedición de Magallanes. La figura del explorador tiene un pie sobre un cañón y ciertamente que se le nota altivo en su pose mirando hacia el horizonte. 




En el pedestal de la estatua hay cuatro esculturas, Por un lado, un ancla, un cuaderno de bitácora, un globo del mundo y un yelmo. Por otros dos lados, las figuras de dos indígenas en representación a los pueblos indígenas exterminados de los onas y los aonikenk. Si se toca (o besa) el dedo gordo del pie de uno de estos indígenas dicen que da buena suerte, o al menos se puede cumplir el deseo de volver a Punta Arenas, y como esta ciudad se nos ha quedado bastante incompleta en su conocimiento cumplimos el ritual. 





La última figura del pedestal es una sirena de doble cola, que representa a los océanos Pacífico y Atlántico, unidos por el Estrecho de Magallanes




Desde la ventana de nuestra habitación en el hotel tenemos vistas a la plaza, y por la noche está bastante iluminada, con pequeñas columnas de luces de colores en las farolas que más parecen celebrar la Navidad.