6 de mayo de 2014

Chile - Santiago - Barrio Concha y Toro


Decadencia santiaguina

Salimos de la plaza Brasil, y desde la avenida Brasil giramos por la calle Erasmo Escala para entrar en el pequeño Barrio Concha y Toro, barrio que se incluye dentro del barrio Brasil, con el palacio Concha, de estilo neoclásico (pero no es el original palacio Concha Cazotte), rehabilitado como lugar de eventos y celebraciones. 

 

El barrio Concha y Toro surgió en la década de 1920, siendo uno de los mejores conservados de Santiago, en el que se encuentran mansiones construidas por la floreciente clase alta. La zona perteneció al ingeniero y empresario Enrique Concha y Toro –hermano de Melchor, el fundador de la Bodega Concha y Toro-, que consiguió una fortuna con la minería a finales del siglo XIX. 


El palacio de la familia fue un referente en Santiago, pero a medida que las minas se fueron agotando, los Concha y Toro fueron perdiendo su patrimonio, y en 1922 empezaron a parcelar el terreno y venderlo, para finalmente terminar demoliendo el palacio Concha Cazotte. En los terrenos se fueron construyendo nuevas mansiones.





Los Concha y Toro pretendieron recrear en este barrio las ciudades europeas, con calles sinuosas, cortas y en curva, adoquinadas, encargando el proyecto a los mejores arquitectos chilenos de la época, que construyeron palacetes de estilo neogótico, barroco e incluso algunos de corte más adecuado a la época. En la concepción y estilo se asemeja el barrio París-Londres en el centro de la ciudad. 


El barrio y la calle Concha y Toro se articula en barrio a la plaza de la Libertad de Prensa, donde se estaba desarrollando un posado fotográfico de modelos cuando pasamos por ella, por lo que tuvimos que rodearla por el exterior para no molestar. 




Recorremos la pequeña calle Concha y Toro girando por sus las curvas sinuosas que la conforman, y aunque el barrio nos gusta, no nos emociona de la misma manera que lo hizo la calle Londres en el barrio París-Londres (cuestión de vista y gusto, pero este pequeño corazón de la aristocracia santiaguina tiene mucho potencial); le encontramos a faltar la chispa (a lo mejor era una cuestión de cansancio de final de viaje por Chile y de la luz del día, demasiado radiante), pero más bien creo que con una restauración de fachadas y edificios la percepción directa sería mejor, sin dejar casi nada a la improvisación de la imaginación. 





Salimos a la avenida Alameda, y en la esquina con la calle Concha y Toro se alza el antiguo edificio del Teatro Carrera, construido en 1926 en donde se encontraban los jardines del palacio Concha Cazotte, contando con una fachada modernista inspirada en el Teâtre des Presidents de París (teatro que no tenemos el gusto de conocer). La entrada al cine, ya que el teatro se cambió a este menester, durante nuestro paso por allí alojaba un restaurante chino. 





En la fachada del edificio figuras decorativas aludiendo al uso para el que fue diseñado, teatro. 



El corto paseo en un mapa: