20 de julio de 2015

Canadá - Toronto - Brookfield Place - Galleria Allen Lambert


De diseño español

Desde el Hockey Hall of Fame continuamos caminando por Front St, y a nuestra derecha, en una pequeña plaza, aparecen las dos torres del Brookfield Place, complejo comercial y de oficinas comunicado con el sistema PATH. A la derecha, la Bay Wellington Tower, construida en 1991 con 208 m de altura; a la izquierda, la TD Canada Trust Tower, construida en 1990 con 263 m de altura, que se diferencia de la anterior no sólo por la altura, sino por sus pisos angulosos y su característica aguja. Ambas torres, sobre todo la segunda, la hemos ido divisando durante nuestros paseos por la ciudad.


Para acceder al complejo nada mejor que llegar hasta Bay St, en una manzana que ya en el siglo XIX era descrita como la manzana de negocios más valiosa de la ciudad, que perdió muchos de sus edificios en el gran incendio de Toronto de 1904. 




Las dos torres están comunicadas por la espectacular y preciosa Galleria Allen Lambert, galería que lleva el nombre de uno de los presidentes del Toronto Dominion Bank, impulsor del desarrollo urbanístico con varios complejos arquitectónicos y torres en el downtown de la ciudad. Impresionante de día, impresionante de noche, hay que visitarla en estos dos momentos para disfrutarla.




Supongo que muchos ya estaréis pensando, ese diseño me suena mucho, ¿estoy en Valencia?, y es que por supuesto es un diseño del español Santiago Calatrava (en horas bajas por los problemas estructurales o de alto coste al presupuestado de sus obras). Es como una calle peatonal con una altura de seis plantas y que se me imaginan grandes elefantes sobre patas más o menos fuertes, y no patas finas como en los cuadros de Dalí. 



Reconozco que los diseños de Calatrava me gustan, aunque cierto es que se repiten bastante, sobre todo en los puentes, pero dan sensación de ligereza que los hace especiales. En edificios en sus diseños abusa de la apariencia de esqueletos, que aquí también podría verse como tal, una gran ballena varada, aunque realmente está concebido y se siente como un bosque de árboles impecablemente blancos. Me gustará ver el polémico PATH de New York en la zona cero diseñado por Calatrava, que por supuesto no está exento de polémica. 


La galería es ocupada por exposiciones temporales, y ciertamente tanto el espacio arquitectónico como las obras se acoplan a la perfección y ambas consiguen magnificarse mutuamente. 


Fuente: urbantoronto.ca

Dentro de la galería se ha dejado el edificio del Midland Commercial Bank (que paso a ser Merchants Bank y luego fue absorbido por Bank of Montreal), construido en 1845 por William Thomas (autor del. St Lawrence Market y de St Michael's Cathedral) con fachada palladiana, que fue desmontado y trasladado 18 m de su ubicación original por el trazado del PATH; esta incorporación de edificios a una nueva construcción también ocurre en el WTC de Montréal




La galería termina en la Heritage Square (también conocida como Sam Pollock Square, a la que se accede por un arco sobre el que hay una especie de puerta o ventana superior a medio abrir. 


Entrar en la plaza es entrar en un bosque angelical e inmaculado, pero al tiempo puedes imaginarte altos helechos plateados… en un mal día puede parecer una gigantesca tela de araña…por la noche el decorado de una película de ciencia ficción o el interior de una nave alienígena… definitivamente el espacio tiene magia y desborda la imaginación, que no creo que sea solo la propia. 



En el centro de la plaza hay una fuente y uno de los accesos a un restaurante que nos recomendó Ángel, nuestro guía, Marché, al que le echamos una visual durante la primera noche en Toronto, a la vuelta del ferry a las islas de Toronto, lo que nos valió para conocer Brookfield Place de noche, y también para decidir que no nos interesaba por su gran aforo. 



En Heritage Square también hay un acceso a la tienda del Hockey Hall of Fame, para que no pierdas la oportunidad de gastarte unos dólares canadienses, además de poder hacerte otra foto de recuerdo junto a la estatua de un portero de hockey sobre hielo, que estaba bastante solicitado.


La galería Allen Lambert es uno de los lugares creo que imprescindibles para visitar en Toronto, no creo que defraude a nadie.