24 de octubre de 2016

Uzbekistán - Tashkent - Complejo Khast Imom


El imán poeta y santo

Desde el monumento del Terremoto nos desplazamos en coche, hoy disponemos de uno de la agencia, al complejo Khast Imom, el centro religioso oficial del país, cuyo origen se remonta al siglo XVI, que fue remodelado en 2010. Consta de varios edificios y ocupa una superficie aproximada de 70 Ha.  

Primero visitamos el Mausoleo de Abu Bakr Kaffal Shashi, construido en el siglo XVI sobre la tumba del imán Abu Bakr, y reconstruido en el XIX, en cuya entrada se pueden ver ocho tumbas.





En el interior, la tumba de Abu Bakr Kaffal Shashi, filósofo, poeta de la corte Shaybánida, nombrado Hazrati Imom, Santo Imán. Nació en el siglo X en Ash (la actual Tashkent), hijo de un cerrajero que le enseñó este oficio. Pronto comenzó a escribir poemas, y se trasladó a Jorasán y a Bagdad para completar sus estudios, teniendo como maestro al imán Al-Tabari, con el que logró un gran conocimiento de los libros sagrados, consiguiendo llegar a ser uno de los primeros imanes de Uzbekistán. 


Alrededor de esta tumba hay otras cinco más pequeñas, y en una sala por detrás, tumbas de varios jeques. No hay orador humano, pero sí que hay una grabación de las jaculatorias que los fieles siguen.


Al salir del mausoleo pasamos junto al Instituto Islámico Imom Buxory, el único de esta clase en Asia Central, y salimos a la plaza Khast Imom, donde hay cuatro edificios. A la derecha, la madraza Barak Khan, que data del siglo XVI, construida sobre el terreno en el que antes se alzaban dos mausoleos. 



Hoy sus celdas están ocupadas por tiendas de artesanía o de artículos varios, supongo que se estudia en el Instituto Islámico, porque siendo un centro tan religioso, espiritual y académico es extraño este uso tan comercial. 




Durante nuestra visita se estaba restaurando una de sus cúpulas.


Girando por la plaza en sentido contrario a las agujas del reloj, a la derecha de la madraza se encuentra la mezquita Tilla Sheikh, “la mezquita jeque de oro”, construida en 1856. Según una leyenda guarda entre sus paredes pelo de Mahoma. 


El interior de la mezquita presenta varias particularidades, o así nos parece a nosotros. Su interior no es diáfano, hay tres pasillos, el central más amplio, formado por columnas, que no son de madera, y estas columnas forman doce cúpulas.


Además es la primera vez que vemos dos mihrab en una mezquita, supongo que motivados por la aparición de esa pared divisional.



El resto de la plaza presenta también una curiosa disposición. Frente a la madraza Barak Khan se alzan dos edificios de dispar tamaño, uno por delante de otro. 


El más pequeño aloja el Museo de la Biblioteca Muyi Muborak, originalmente una pequeña madraza construida en el siglo XVI.

En el interior no se pueden realizar fotografías, además debo volver a cubrir mi cabeza y mis hombros. La razón es que en una vitrina situada en el centro de la sala se conserva el Corán del Califa Osmán (Uthman Quran), un ejemplar del Corán del siglo VII, que se considera el más antiguo del mundo, escrito en piel de ciervo. En sus páginas se pueden ver unas manchas pardas que son de la sangre del califa, que defendió el Corán hasta el último momento. El libro fue llevado a Samarcanda por Amir Timur desde Basora (Irán), pero los rusos lo trasladaron a Moscú y luego a San Petersburgo en 1869, y Lenin lo devolvió en 1924 como un acto de buena voluntad a los musulmanes. Tras estar en varios lugares de Uzbekistán, en la década de los noventa del siglo XX, el presidente Karimov lo entregó a la Junta Espiritual de los Musulmanes para su custodia y conservación.

Además hay salas más pequeñas en las que se exhiben coranes de todo el mundo, desde el siglo XIII.



Y finalmente, detrás de este museo, la mezquita Hazroti Imom Juma, ordenada construir por el presidente Karimov en 2007, con el estilo de las mezquitas del siglo XVI, que está flanqueada por dos minaretes de 54 m de altura. 



Accedemos por la entrada principal, ya que lo que vemos sería la parte trasera, entrando a un patio alrededor del cual se dispone un pórtico con columnas de madera, muy clásico, muy moderno, muy cuidado. 



El interior de la mezquita presenta una curiosa forma de “L”, con dos cúpulas.




Como decoración en el techo también hay como un tercer ojo, en este complejo todo resulta peculiar.


Siendo el centro espiritual que es Khast Imom para el país creo que es una visita a realizar, y sobre todo ver ese sagrado Corán.